Fauvismo

El fauvismo fue un movimiento gráfico originado en Francia entre los años de 1904 y 1908. Fue un movimiento que se caracterizó por la manera cómo era empleado el color en las obras. El fauvismo es considerado un claro ejemplo del expresionismo, el cual se fundamenta en el significado que las imágenes de la realidad debían expresar los sentimientos, las sensaciones y los estados de ánimo del artista, en vez de guiarse por la linealidad y la lógica.

Los pintores amantes del fauvismo, utilizaban colores que resaltan por su vibrante tono, además de simbolizar formas que en ciertos casos perdían su estilo representativo y que escasamente eran coloreadas con matices observados en la naturaleza.
Entre sus características se encuentran:
Este movimiento se basó en la liberación del color en relación al dibujo, resaltando los contrastes cromáticos.
Este enfoque divide los colores en: colores primarios (rojo, amarillo, azul); colores secundarios (violeta, naranja y verde) y los complementarios (éstos son colores que se ubican en la parte opuesta: para el azul es el naranja, para el verde es el rojo y para el amarillo es el violeta.
Esta técnica utiliza toques rápidos y enérgicos, así como trazos rústicos y discontinuos. Sin embargo, aun cuando se refleje distorsión en las figuras, lo que se busca es crear una sensación de naturalidad.
También resaltaban su función decorativa y la utilización de líneas onduladas.
En cuanto a los temas que se pintaban, éstos eran muy diversos: unos se inclinaban por pintar el mundo rural otros por el mundo urbano. Otros realizaban desnudos e interiores; mientras que existían unos que sentían predilección por la pintura al aire libre, influenciados por las costumbres del impresionismo.
Entre los principales exponentes del fauvismo se encuentran:
Henri Matisse: este pintor fue uno de los fundadores de este movimiento artístico. Sus pinturas se caracterizaban por el amor que sentía hacia las figuras ondulantes, basadas en el arabesco de las líneas del arte islámico.
De igual manera también resaltan André Derain, Henri Manguin, Maurice de Vlaminck, Albert Marquet, entre otros.
Por otra parte, han existido muchos artistas que se influenciaron con el fauvismo, casi al mismo tiempo de su surgimiento, desarrollo y apogeo, sin embargo nunca pertenecieron al grupo inicial, ni en agrupaciones posteriores; sino que ellos después de pasar por el fauvismo decidieron continuar su propio camino artístico hacia otros movimientos. Uno de ellos fue el artista japonés Yoshio Aoyama quien conoció a Matisse en su estancia por París.