Este término es de origen inglés y se utiliza para dar una respuesta, opinión o retroalimentar, es decir hacer un intercambio de información, sobre algún asunto, por ejemplo: Presente mis ideas nuevas a la empresa y recibí una feedback positiva.
El uso de esta palabra es como una respuesta, en la comunicación se ve mucho, cuando un emisor envía un mensaje a un receptor y este después de escucharlo le hace saber su feedback (reacción) sobre el tema.
En la área donde más tiene uso esta palabra es en la administración, se usa como método de evolución para las nuevas propuestas que se hacen y así poder medir el desempeño de los trabajadores, dando feedbacks tanto positivos como negativos, con el fin de mejorar.
El feedback también está presente en diversos espacios tecnológicos. Por ejemplo la conexión de internet necesita de un soporte técnico por el cual se envían a través de cables que son los responsables de realizar el feedback para así lograr el correcto funcionamiento del internet.
También en un sistema de sonido, cuando entre el amplificador y el micrófono se la señal que permite producir el sonido.
Como esta palabra se refiere a una opinión y reacción, también se hace uso de este término en la psicología, al momento de tratar un paciente que tenga un autoestima baja, para que la persona se dé cuenta que las demás personas no ven lo malo que ellos se ven, y así poder lograr que la persona salga del cascarón y comience a ser una persona más sociable.