Felicidad

La felicidad puede definirse como un estado anímico que emerge en una persona con la sensación de haber cumplido con una meta previamente fijada.
El sentimiento de estar feliz conlleva a una condición de paz interna, a la vez que promueve en el individuo el deseo de de establecerse nuevos objetivos, por lo que, en resumen, es una sensación altamente positiva.
Dicho de otro modo, la felicidad envuelve un estado de ánimo que produce alegría y satisfacción en quien la experimenta.
Debido a que aquel que se siente feliz es capaz de asumir una labor y cumplirla de manera cabal y satisfactoria, se deduce que la felicidad es una condición que incide positivamente en el desenvolvimiento humano.
En ese sentido, una vez alcanzados los objetivos preestablecidos, la persona queda satisfecha, al verse con la habilidad suficiente como para emprender una tarea y llevarla a feliz término.
La felicidad es el producto de una acción de origen neuronal que se ejecuta de manera constante en un ambiente que presenta variables ya conocidas y experimentadas previamente por el individuo y, por eso, los diferentes elementos que constituyen esa actividad que surge en el cerebro, se desenvuelven de manera armónica.

Asimismo, existe una serie de factores de orden interno y externo que interactúan entre sí y con el sistema límbico.
Sin embargo, hay que mencionar que en ese proceso el individuo puede experimentar sensaciones que resultan como consecuencia directa del mismo y que, en ocasiones, no son satisfactorias, pues derivan de un conocimiento obtenido a través de un medio que puede presentar diferentes variables, como diversos pueden ser sus orígenes.