Fimosis

La fimosis es una anomalía localizadas y puede ser congénita primaria o adquirida a lo largo de los años (secundaria). En los recién nacidos la presencia de fimosis es normal, ocurre en el 95% de los bebés, y en el 90% de los casos este tipo de fimosis, fisiológica o primaria, desaparece espontáneamente antes de los 3 años.

En el advenimiento de la adolescencia, menos del 2% de la población masculina tiene fimosis. Si después de 5 o 6 años el niño continúa teniendo fimosis, será un caso patológico que debe tratarse. La fimosis puede presentar varios grados, que varían de I a IV, dependiendo de cuánto se puede retraer el prepucio, pero también se puede clasificar en 3 categorías:

  • Dificultad para orinar, lo que provoca un gran esfuerzo al expulsar el líquido (que causa otros tipos de trastornos, como hernias inguinales), y abultamiento del prepucio por la retención de orina, lo que favorece el desarrollo de la micción infecciones.
  • Cancelar no retráctil o cicatrizal. La piel que rodea el orificio prepucial está engrosada, generalmente debido a la balanopostitis previamente sufrida.
  • Cancelar retractable. Todos los casos que no se pueden incluir en las otras dos categorías se agrupan aquí, y el prepucio puede tener diferentes engrosamientos o niveles.

La fimosis es sencillo reconocerla ya que para el hombre es muy difícil retraer el prepucio y al hacerlo causa dolor. También tiene los síntomas de tensión y desgarro cuando se produce una erección y dificultad para orinar.
Dentro de las consecuencias se tiene retención de orina ya que tiene y siente dificultad para orinar, lo que en el tiempo les origina infecciones en el tracto urinario o balanitis. Por lo tanto, tiene que ser tratado con especialistas ya que el paciente desarrollará dolor generalizado y más al tener relaciones sexuales.También puede haber inflamación del glande y dolor generalizado, especialmente al tener relaciones sexuales.
En general, la fimosis tiene una causa congénita. Sin embargo, tanto niños como adultos pueden adquirirlo. En los bebés, generalmente es una consecuencia de los padres, por razones de higiene, la eliminación forzada del prepucio, que causa anillos fibrosos y adherencias balanoprepuciales, que son tejidos que unen el glande y el prepucio, similar al frenillo, para desarrollarse. Pero el hecho de que se desarrollen es anormal.