La fitorremediación es la purificación o la denominada descontaminación de suelos, el saneamiento de aguas residuales o la purificación del aire interior, utilizando plantas vasculares, algas u hongos; y por amplitud, ecosistemas que poseen las plantas. Estas son tecnologías que se implementan para el uso de plantas para comprimir, atacar o paralizar compuestos orgánicos naturales o sintéticos que pertenecen a la tierra de agua o aire que emanan de las acciones realizadas por el hombre.
La palabra phytoremediation proviene del griego Phyto, planta y remedio, para recuperar el equilibrio. La técnica utiliza la vegetación para el tratamiento del suelo, el aire y el agua contaminada, basándose en procesos que ocurren espontáneamente entre las plantas y las bacterias de la rizosfera, que degeneran y retienen impurezas orgánicas e inorgánicas. Es una opción a los métodos tradicionales que tienden a alterar las características de los suelos y, en general, el hábitat de los seres vivos.
La fitorremediación no es un término nuevo, se ha utilizado durante 3000 años por el hombre ya que se considera una calidad natural para descontaminar por parte de las plantas el tratamiento del agua. Ya en la década de 1970 esta técnica ha colocado un muy importante y de mayor interés, con respecto a los tratamientos de pesticidas.
La biorremediación es una tecnología que consiste en el uso de sistemas biológicos naturales o genéticamente mejorados para degradar, transformar o eliminar sustancias orgánicas e inorgánicas peligrosas presentes. Estas tecnologías permitirían que las concentraciones de contaminantes sean indetectables o que estén por debajo de los límites establecidos como aceptables por las agencias de control ambiental. Esto permite la recuperación de sitios contaminados y la protección del medio ambiente.
Entre sus ventajas tenemos: