Frutos Secos

Se conocen como frutos secos a aquellos frutos que se caracterizan por tener en su composición 50% menos de agua, sin que sea necesaria la intervención humana. Por lo general este tipo de frutos aportan gran cantidad de nutrientes al organismos, entre los cuales se pueden destacar a los lípidos, proteínas y bioelementos en pequeñas porciones, además de ello, dependiendo del tipo de fruto éstos pueden brindar un gran número de proteína, en especial las pertenecientes a las de tipo B. Los frutos secos más frecuentes son el maní, la almendra, avellanas, pistachos, nueces, castañas, entre otras. Otra característica que presentan algunos es que se encuentran recubiertas por una cáscara bastante dura.

Los frutos secos pueden ser clasificados en dos tipos distintos, el primero es el grupo que se caracteriza porque se encuentran recubiertos por una corteza dura, como por ejemplo las castañas, el sésamo, girasol, pistacho y las nueces. Por su parte en el segundo grupo se agrupan a aquellos frutos que proceden de las frutas que son deshidratadas, como por ejemplo se hace con las ciruelas, uvas pasas, higos secos, dátiles, etc.
Este tipo de alimento se puede emplear de diferentes formas siendo uno de los más frecuentes en el ámbito de la gastronomía, ya que son muy utilizados como complementos para las ensaladas, también como especie de aperitivo e incluso como un ingrediente para alguna preparación, esto sin mencionar que puede emplearse también para la realización de postres como los pasteles o helados.
Para la salud sin duda alguna que éstos tienen un gran valor, esto se debe a su gran contenido de vitaminas como por ejemplo la vitamina E, la cual se caracteriza por ser un antioxidante natural. De igual forma contiene gran cantidad de vitaminas del grupo B, lo que las convierte en el alimento perfecto para aquellos individuos de preferencias gastronómicas vegetarianas ya que los frutos sustituyen el aporte que en este caso supondría la carne.
Uno de los frutos secos que mayor uso tiene a nivel mundial, es el maní o cacahuate, éste se caracteriza por contener un gran número de proteínas y ácido fólico, así como también de fibras y omega 6, lo que hace que sea un alimento ideal para disminuir los niveles de colesterol.