Funcionalismo

El funcionalismo no es más que una teoría sociológica que pretende explicar los fenómenos sociales por la función que ejercen las instituciones en la sociedad. Si un cambio social en específico promueve un equilibrio armonioso, se considera funcional; si rompe el equilibrio, es disfuncional; y si no tiene efectos no es funcional. El objetivo primordial del funcionalismo es estudiar los hechos sociales, que son todos los acontecimientos que suceden en una sociedad, por ejemplo: educación, familia. Los hechos son externos para que se puedan manifestar hacia fuera y son coercitivos para poder delimitar a la sociedad y a los individuos que la conforman.

En la psicología, el funcionalismo es una corriente influida por el pragmatismo americano y el evolucionismo que se desarrolló a finales del siglo XIX y principios del XX en los Estados Unidos. Frente al estructuralismo propuesto por Titchener, el funcionalismo pretendió estudiar la mente para comprender cómo las distintas propiedades y características de ésta facultan al individuo para el desenvolvimiento en su medio. Simplificando de manera sencilla, el estructuralismo se preocupó, fundamentalmente, por la estructura de la mente, mientras que el funcionalismo por su función. Como consecuencia del punto de vista evolucionista, según el cual el hombre no presenta diferencias absolutamente insalvables respecto de las otras especies animales, el funcionalismo se preocupó por la investigación de la mente de los animales, y como consecuencia de que la mente interacciona con el entorno a disposición de la conducta del individuo. Entre los funcionalistas más importantes se encuentran: William James, James R. Ángel, y John Dewey.
La crítica más importante al funcionalismo es que no puede explicar el cambio social, ya que todo conflicto en el seno de la sociedad es considerado anti funcional. Si en una sociedad hay predominio de acciones disfuncionales, se desequilibra el sistema social, para lo cual deberán revitalizarse sus instituciones (familia, escuela, estructuras religiosas y políticas) pues han fallado.
También el funcionalismo se aplica en Arquitectura para declarar la importancia del destino que va a tener la obra arquitectónica como pauta a tener en cuenta de manera principal, al realizar los planos de cualquier estructura