Gasto Público

Dentro de un Estado o nación, se llama sector público a la serie de organismos que se encargan de la administración de las diversas secciones de importancia social y política que lo componen, haciendo cumplir, además, las leyes impuestas. Como consecuencia del funcionamiento del mismo, se genera el gasto público, la serie de adquisiciones, tanto de bienes y servicios, como los subsidios y las transferencias. Con el fin de satisfacer las necesidades colectivas, es necesario mantener al sector público en constante mejora y desarrollo; para ello, se crean fondos monetarios, que son siempre nutridos por los impuestos.

Según diversos economistas, el gasto público puede ser clasificado en tres categorías, según su destino: para la adquisición gubernamental de bienes y servicios, en las que las necesidades de los miembros del gobierno; para la adquisición gubernamental de bienes y servicios, destinados a generar beneficios futuros; por último, las transferencias y gastos de seguridad social. También, puede ser divido en tres sectores: el económico (inversión en infraestructura, desarrollo social, tecnológico y agropecuario), social (educación, vivienda y salud) y gobierno (pago a empleados, necesidades individuales). Desde el punto de vista macroeconómico, el gasto público puede ser: corrientes o de consumo, de capital y de transferencia.
El gasto público, en cada año fiscal, es analizado junto a los ingresos, creando así el presupuesto público. De esta manera, se pueden especificar, con exactitud, las cifras que pueden admitir como máximo durante un año fiscal, al igual que establecer los derechos a liquidar. Cabe destacar que, para poder realizar cualquier tipo de gasto, se debe tener un presupuesto, para que así una autoridad competente pueda poner en marcha el proceso administrativo.