Gerundio

El gerundio es la forma verbal no personal que expresa la simultaneidad de una acción con el tiempo en que se habla. Es una forma verbal invariable, es decir, no puede cambiar, lo que corresponde al modo infinitivo, un verbo, que siempre indicará que la acción está ocurriendo. se está llevando a cabo.

El final es siempre para los verbos correspondientes a la primera conjugación o, en el caso de aquellos que corresponden a la segunda y tercera, mientras que, en la oración, el gerundio será funcionalmente equivalente al adverbio. Por ejemplo: el gerundio de caminar será andar.
La forma correcta de componerlos cuando el verbo es regular, es reemplazar el final ar, er, e ir, caminando o yendo. Canta cantando. Mientras tanto, si la raíz del verbo termina en una vocal, por ejemplo, la lectura, el final de ir, la lectura se agrega. Y en los verbos irregulares, cuando terminan en ir, con una e, con una o en su raíz, modifican esas vocales por u y i.
Compuesto de gerundio y formas en su función adverbial. Por otro lado, el gerundio compuesto de un verbo se ajustará a este verbo en participio simple, precedido por el verbo que debe tener en gerundio. Para usarlo, será necesario localizar primero un verbo copulativo, por ejemplo: Juana venía cuando la llamábamos, José estaba escribiendo la composición cuando escuchó los gritos.
Luego, los gerundios deben aplicarse en los siguientes casos: simultaneidad (dejamos de pensarlo), anterioridad (practicando la coreografía disminuida), función adverbial (Laura disfruta llevando a su abuela a la plaza), carácter explicativo (José viendo que no llegó, decidió retirarse) y en locuciones verbales (su participación en la reunión ha generado controversias).
Mientras tanto, en su función adverbial, el gerundio puede adoptar las siguientes formas: modal (Mary viajando, su madre regresando, ambas se están moviendo), concesiva (A pesar de todas las cosas tremendas que le sucedieron en su vida, ella pudo vencer y triunfar), temporal (estábamos cenando y la comida que teníamos en el horno quemada) y causal (habiendo hecho tanto esfuerzo, terminó comprando la casa que quería).
Básicamente, el gerundio sirve para convertir los verbos en acciones que no terminan, sino que se están realizando. Al momento de escribirlos o pronunciarlos, se debe tener en cuenta que, en muchos casos, la acción representada por el gerundio modifica el verbo, de modo que, por ejemplo, el gerundio del verbo leer no es leer sino leer. Algo similar ocurre con otro verbo que se usa mucho como gerundio: ir, que viene del verbo ir, y tenemos que considerar que su uso nunca se irá.