Gingivorragia

Una gingivorragia es una hemorragia de las encías que comúnmente aparece en caso de gingivitis (inflamación de las encías), piorrea (inflamación que causa la pérdida de los dientes) o incluso de cáncer (leucemia). La gingivorragia se exterioriza principalmente cuando hay contacto, especialmente al cepillarse los dientes o masticar alimentos duros. Generalmente la gingivorragia es dolorosa. Se caracteriza por el mal aliento y una significativa producción de saliva. Es motivo habitual de consulta a odontólogo y/o doctores especialista en la materia; un paciente aparentemente sano suele corresponder a una patología banal, pero a veces, se puede ocultar una patología más grave.

Se debe diagnosticar a través de una buena anamnesis y exploración, seleccionando los casos en los que la hemorragia no cede con métodos convencionales, debe solicitar pruebas complementarias para diagnosticar fase temprana, una patología cuya evolución espontánea suele ser fatal.
La enfermedad de las encías llega a la mucosa situada en la base de los dientes, habitualmente de aspecto rosado. Diferentes enfermedades pueden afectar a las encías, pero la más frecuente es la gingivitis (muy parecida a la gingivorragia), que es la inflamación de las encías causada por gérmenes o bacterias que penetran la raíz del diente. La causa de la gingivitis es la placa dental, compuesta de bacterias, mucosidad y alimentos, que se forma perennemente y se elimina mediante el cepillado regular de los dientes. La gingivitis es más común en personas con enfermedades inmunes como el SIDA, pero también suele afectar a los diabéticos. Hallamos una forma particular de gingivitis en el momento del primer contacto con el virus del herpes: es la gingivostomatitis herpética.
Los síntomas más frecuentes sobre está enfermada son:

  • Enrojecimiento de las encías.
  • Hinchazón gingival.
  • Sangrado fácil al contacto, a menudo durante el cepillado de los dientes (llamado gingivorragia).
  • Mal aliento.
  • La encía se torna de un color negro, un signo de necrosis o muerte celular en ausencia de tratamiento.
  • Los dientes que se mueven o aflojan indican una evolución avanzada.

Lo más recomendable en estos casos sería una revisión periódica al odontólogo (lo recomendable son cada 6 meses) para que el dentista puede distinguir mediante la observación de la inflamación de las encías, si es una infección por un virus del herpes o es de origen bacteriano.