Glaucoma

El glaucoma es una enfermedad que afecta la vista, con una carga genética importante, y dado que hay muchos casos de herencia familiar, es importante descartar el glaucoma en todos aquellos familiares directos de pacientes con diagnóstico de glaucoma. En muchos casos, recomendamos estudios genéticos que determinen con mayor precisión el riesgo que puede sufrir una familia y sus descendientes. El glaucoma es especialmente agresivo en pacientes negros, por lo que los controles en este tipo de grupo étnico deberían ser más exhaustivos. La prevalencia de glaucoma aumenta con la edad, y aunque es importante tomar presión intraocular en todos los pacientes, es especialmente importante después de los 45 años de edad.

Tabla de Contenidos

Qué es el Glaucoma

El glaucoma es una enfermedad del nervio óptico (neuropatía), que se caracteriza por una pérdida visual progresiva, que sigue un patrón característico (generalmente reducciones periféricas del campo visual) y que se refleja objetivamente con cambios en la apariencia del nervio óptico.
A pesar de ser considerada una enfermedad multifactorial, causada por múltiples variantes, la más conocida y hasta ahora la única tratable es la elevación de la presión intraocular, la hipertensión ocular.
El glaucoma no produce síntomas notables al inicio de la enfermedad. A medida que avanza la misma, los defectos del campo visual se vuelven perceptibles, aumentando lentamente hasta que la visión central se ve afectada al final de la enfermedad. Paralelamente a la pérdida de campo visual o reojo, cuando el glaucoma avanza en su evolución, el paciente presenta dificultades en la adaptación luminosa tanto a la oscuridad como a la inversa.
Esto sucede cuando el paciente pasa de un lugar oscuro a un lugar brillante de manera abrupta. Con estos cambios luminosos, el paciente glaucomatoso se siente cegado durante unos segundos.
La prevalencia de glaucoma aumenta con la edad, y aunque es importante tomar presión intraocular en todos los pacientes, es especialmente importante después de los 45 años de edad.

Glaucoma Congénito

En el glaucoma congénito hay un defecto de nacimiento en el desarrollo del ángulo formado por la córnea y el iris cuando se unen y a través del cual se drena el humor acuoso. Como resultado, hay un aumento en la presión intraocular y el consiguiente daño al nervio óptico.
El glaucoma congénito se detecta a través de un examen ocular completo, que en el caso de bebés y niños menores de 3 años generalmente se realiza en la sala de operaciones después de sedar al niño para poder llevar a cabo. El examen incluye:
1. Exploración de la parte anterior del ojo: para poder evaluar el estado de la córnea y el ángulo y decidir, dependiendo de si se encuentran estas dos estructuras, el tipo de cirugía más apropiado para cada caso de glaucoma congénito.
2. Examen del fondo de ojo: después de dilatar las pupilas con gotas para los ojos, el oftalmólogo mira a través de lentes de aumento especiales para examinar la retina y el nervio óptico en busca de signos de daño. En el glaucoma, el nervio óptico pierde las fibras nerviosas, dejando un agujero (excavación) que aumenta a medida que avanza la enfermedad.
3. Tonometría: Es la que se encarga de medir la presión del ojo. Para esta prueba, el oftalmólogo colocará unas gotas para adormecer sus ojos y colocará un instrumento en el ojo que es el que toma la presión. Los valores normales de presión ocular están entre 10 y 20 mm de mercurio, de esta forma inicia el diagnóstico de glaucoma en el ojo.

Causas que originan el Glaucoma

El glaucoma es el resultado del daño al nervio óptico. El nervio se va deteriorando y comienzan aparecer puntos negros en el campo visual. Por razones que los médicos no entienden completamente, la lesión de los nervios a menudo se asocia con un aumento de la presión en el ojo. Es importante mencionar que el glaucoma en perros muchas veces es asintomática, siendo necesario estar atento en los pequeños cambios en su conducta para reconocer la afección.
La alta presión ocular se debe a una acumulación de líquido (humor acuoso) que fluye en el ojo. Por lo general, el líquido drena hacia la parte frontal del ojo (cavidad anterior) a través del tejido (malla trabecular) en el ángulo en el que se encuentran el iris y la córnea. Cuando se produce un exceso de líquido o el sistema de drenaje no funciona correctamente, el líquido no puede salir a su velocidad normal y la presión se acumula.
El glaucoma suele ser hereditario. En algunas personas, los científicos identifican genes relacionados con la presión ocular alta y una lesión en los nervios ópticos.
El glaucoma de ángulo cerrado se produce en aquellos ojos en los que la salida del humor acuoso ( el líquido que produce el ojo) está comprometida al obstruir el iris el ángulo camerular. Es más frecuente en ojos pequeños e hipermétropes y en pacientes con ascendencia asiática; en otras ocasiones hay factores asociados al cristalino (catarata) o al propio iris que lo pueden desencadenar.
El tratamiento definitivo en este tipo de glaucoma es la realización de una iridotomía periférica con láser, que consiste en crear un pequeño agujero en el iris que permita la recirculación del humor acuoso que ha quedado bloqueado y que desencadenó la subida de la PIO. A aquellos ojos que tienen una predisposición anatómica al bloqueo angular se les recomienda la realización de iridotomías láser profilácticas.

Tratamiento para el Glaucoma

Los tratamientos más comunes para el glaucoma son gotas para los ojos y píldoras. Hay varias categorías diferentes de gotas para los ojos, pero todas se usan para disminuir la cantidad de líquido (humor acuoso) en el ojo o para mejorar su flujo hacia afuera. Es importante resaltar que, con respecto a que el glaucoma es curable, es totalmente falso, pues esta enfermedad solo se controla.
Las personas que usan estos medicamentos deben conocer sus aplicaciones y los posibles efectos secundarios, que deben ser explicados por un profesional médico. El especialista es quien debe decidir cuáles medicamentos son los más adecuados para un paciente según el caso de glaucoma, el historial médico y el régimen de medicamentos actual.

Tipos de medicamentos

Los agonistas adrenérgicos alfa reducen la producción de humor acuoso y aumentan su producción. Las reacciones alérgicas ocurren frecuentemente con esta clase de medicamentos. Los efectos secundarios pueden incluir aumento de la frecuencia cardíaca, presión arterial alta, dolor de cabeza, visión borrosa, fatiga, sequedad de boca y enrojecimiento alrededor del ojo.
Medicamentos que incluyen:

  • Apraclonidina.
  • Brimonidina.
  • Epinephrine.
  • Dipivefrin.

Los bloqueadores beta trabajan para disminuir la presión (intraocular) del ojo, al disminuir la velocidad que fluyen los fluidos en el mismo. Los efectos secundarios pueden incluir latidos cardíacos lentos o irregulares, depresión, impotencia, somnolencia, visión doble y problemas respiratorios en pacientes con asma o enfisema.
Medicamentos que incluyen:

  • Timolol.
  • Levobunolol.
  • Carteolol.
  • Metipranolol.
  • Betatoxol.

Los inhibidores de la anhidrasa carbónica son gotas o píldoras que se usan para reducir la producción de líquido en el ojo. Los efectos secundarios pueden incluir erupción cutánea, ojos rojos o irritación, dolor de cabeza, náuseas o malestar estomacal, sabor alterado (especialmente con bebidas carbonatadas), pérdida de peso, fatiga y disminución de la energía.
Medicamentos que incluyen:

  • Dorzolamida.
  • Brinzolamida.
  • Acetazolamida medicación oral.
  • Metazolamida.- Medicación oral.

Los mióticos (agentes colinérgicos) ayudan a aumentar el nivel de drenaje del líquido del ojo. El glaucoma en el ojo tiene efectos secundarios que pueden incluir ojos rojos, dolor de cabeza y visión borrosa o nublada.