La palabra grabación puede referirse tanto al conjunto de sonidos e imágenes captados en un dispositivo para grabar, como al acto en el que el material audiovisual es almacenado o grabado. En un sentido estricto, se considera que la grabación es la recolección o captura de datos, siendo que estos deben ser convertidos en a un formato de almacenamiento, para que próximamente resguardarlo en dispositivos de almacenamiento electrónico. De igual forma, el término grabar, que da origen al ya definido, también describe los procesos de tallado o grabado que realizaban las comunidades antiguas, como una forma de conservar, tangiblemente, su historia, costumbres y tradiciones.
En la actualidad, la palabra grabación se utiliza manteniendo en mente la idea de las videocámaras y, más recientemente, los teléfonos celulares. Sin embargo, anteriormente el uso más extendido de esta se relaciona con las diversas grabaciones históricas dejadas por antiguas civilizaciones. En estas no sólo se aparecen la riqueza cultural de aquellas comunidades, sino que también se pueden apreciar los complejos sistemas lingüísticos y matemáticos que mantenían en la época. Ejemplo de ello son las pinturas rupestres, el alfabeto rúnico y los jeroglíficos egipcios, que narraban las grandes e importantes batallas que atravesaron sus faraones. Estas, con el tiempo, fueron evolucionando hasta convertirse en la escritura.
Las grabaciones electrónicas, de igual modo, la grabación de audio y sonido empieza con la invención de las cámaras. Estas conllevaron a la creación de cine. Con este, se abrió paso a un nuevo tipo de arte, en el que se podía combinar tanto el teatro como la música y el baile. Hacia la década, de los 70, cuando las cámaras domesticas hacían su ingreso al mercado, la oportunidad de hacer vídeos y recreaciones amateurs, además del resguardo de momentos importantes fue posible. Así, la grabación es hoy sinónimo de imágenes, sonidos.