Algo sin costo, que no se debe pagar o dar dinero por él o que no posee valor y que se obtiene por medio de un regalo, que antiguamente en épocas más clásicas se clasificaba algo como gratis que como adverbio se le daba el significado de hacer favores a cambio de las gracias.
También se conoce con el apelativo de gratia o grates que es dar las gracias, de una forma directa por algún bien concedido o conseguido sin la prestancia del dinero, siendo agradecido por esto, consiguiendo una actitud de gratitud con la persona que le ha concedido la ayuda o dicho favor, por una carencia o necesidad desfavorable.
Es un favor que a pesar de ser dado sin ningún interés aparente, siempre es cobrado con el paso del tiempo si es requerido, de aquí que se le atribuye el concepto de que nada es gratis en la vida, ya que se puede devengar un pago más a parte de la gratitud o el agradecimiento eterno por el regalo. En la alta sociedad de la antigüedad se veía mucho este tipo de favores, que al no cobrar o carecer de valor monetario obtiene un valor moral, ya que casi siempre se hacían con una doble intención en su uso, como lo era en la política.
Desde los tiempos antiguos de Grecia y Roma, la palabra ha pasado por una transformación en su significado como en su semántica más pura de su léxico original, como algo de buen agrado, algo de buen gusto, de graciable o con gusto y con amor, cuando se daba algo, pero en la actualidad el grado de pureza cambio a un simple, gracias por algo gratis que sin valor alguno se obtiene una cosa.