Harvoni es uno de los pocos tratamientos que antiviral que previene la hepatitis C, enfermedad que afecta directamente al hígado y causa daños irreversibles. Ledipasvir y sofosbuvir son los nombres genéricos del Harvoni y que evitan que se multiplique la enfermedad por el resto del cuerpo.
Este tratamiento es una medicina combinada que se usa especialmente para el tratamiento de la hepatitis C en pacientes adultos y que podría ser mortal al usarse para otros fines.
Harvoni contiene una combinación única que lo hace pionero en el tratamiento de enfermedades que tengan relación con el genotipo 3, que es el causante de la cirrosis, así como de los pacientes con genotipo 1 o 4 con cirrosis descompensada o con trasplante hepático.
Tan novedoso tratamiento ha demostrado un 99% de efectividad en la cura y mejora de los pacientes. El modo de uso de Harvoni normalmente es de 12 semanas, pudiendo acortarse a un mínimo de 8, dependiendo del avance de la enfermedad.
Cabe recalcar que no todos los que padezcan enfermedades, como hepatitis c pueden consumir este tratamiento. A continuación algunos cuidados antes de consumir dicho medicamento
No estar recibiendo diálisis o tener problemas con los riñones, al igual que VIH o SIDA, problemas del corazón y en el caso de las mujeres no estar embarazadas.
Harvoni a veces se usa con otra medicina llamada ribavirin. Ribavirin puede causar defectos de nacimiento o muerte a un bebé nonato. Usted puede necesitar tener una prueba de embarazo negativa antes de tomar ribavirin y cada mes durante su tratamiento, por tal motivo es importante que notifique a su médico si está embarazada.
De igual forma es necesario tener en cuenta lo que se debe evitar mientras se consume dicho medicamento. Por ejemplo, evitar tomar antiácido durante las primeras 4 horas tanto antes como después de haber consumido harvoni. Es importante recalcar que mientras tome dicho tratamiento va evitar que le transmita la hepatitis c a otras personas.
Entre algunos efectos secundarios que produce el fármaco se encuentran: Cansancio extremo, debilidad muscular, falta de memoria, dolor en el pecho, pulso débil, respiración lenta y sensación de desmayo, entre otros.