Homofobia

La procedencia de la palabra homofobia se desprende de la voz Homo, que se traduce como Hombre y del griego Fobos, que significa fobia o temor a algo, que, en este caso, se trata del aborrecimiento a los homosexuales, es decir, aquellas personas que se ven atraídos por individuos de su mismo sexo.

Es frecuente la utilización de este término para impulsar el maltrato a quienes manifiestan una conducta homosexual, razón por la que quienes presentan esa aversión contra los gays, en la mayoría de los casos no están en capacidad de compartir el mismo espacio con ellos y, mucho menos, de tener interacción con estas personas, pues su sola presencia les hace sentir incómodos.
Los homofóbicos llegan, incluso, a pensar que su integridad sexual está en riesgo cuando se encuentran en las cercanías de un homosexual, por lo que también se sienten susceptibles de atravesar una situación adversa.
Este tipo de conductas podrían guardar relación directa con algún tipo de concepción cultural, preceptos familiares, creencias de índole religiosas o con el simple hecho de oponerse a lo que no se conoce.
A pesar de que la homosexualidad es una condición ligada a la misma aparición del ser humano en el mundo, en tiempos modernos se han creado agrupaciones de individuos que profesan odio en contra de aquellos afectos a los de su mismo sexo, a quienes agreden, tanto en el plano físico como en el psicológico.
Por esa razón, los homosexuales también se han organizado y han promovido marcos jurídicos que amparen una vida caracterizada por el goce de los mismos derechos que poseen los heterosexuales, pues, en el último de los casos, todos son seres humanos.