Horda

Se llaman “hordas” a las antiguas comunidades unidas por nexos básicos, tanto en el aspecto social como en el espiritual; estas contaban con la peculiaridad de ser nómadas, lo que las diferencia de las tribus. Así también se le denomina a la estructura socio-política, generalmente atribuida a los mongoles, que se mostró imperante hace siglos en la zona eurasiática; estas, a diferencias de las hordas occidentales, sí pueden ser consideradas tribus pues, si tenían éxito, era bastante probable que se transformasen en kanatos, es decir, una comunidad que tiene un máximo gobernante. De igual forma, la palabra es utilizada para hacer referencia a un grupo de personas armadas, que no pertenecen a ningún ejército.

El concepto de horda como un grupo de individuos que sólo buscan sobrevivir, nace en el siglo XIX, debido al funcionamiento de las organizaciones humanas típicas del paleolítico. Estas comunidades solían estar conformadas de 20 a 40 personas; la necesidad de protección y el alimento los unía. Estos, para tener un mejor funcionamiento, se dividían las tareas: un grupo se encargaba de la recolección de frutos y otro estaría la frente de la caza; de esta manera, lograban dividir equitativamente los alimentos y establecían dinámicas de grupo que ayudó al desarrollo de habilidades sociales. Sin embargo, pronto las hordas fueron fragmentándose y, como consecuencia de esto, nacerían las tribus, con menos personas y un hogar establecido. Actualmente, cabe destacar, se ha sustituido el término horda por “grupo de cazadores-recolectores”.
En cuanto al sistema político mongol, las hordas, según diversos expertos, pueden ser evaluadas como el equivalente a los clanes o tribus en otras zonas. Con el tiempo, si su organización era funcional, podían llegar a ser kanatos, también conocidos como reinos. Así, serían gobernados por un kan o líder superior, cuyo título equivaldría al de un Emperador.