Los chinos, al igual que otras culturas, crearon su propio calendario, del que parte su zodíaco. Este consta de 12 ciclos, cada uno representado por un animal, que se muestran como los dominantes en ciertas épocas a través del año. Con esto, además de una serie de operaciones que se realizan con la hora y la fecha de nacimiento, se puede conocer cómo es la conducta de la persona, además de develar su futuro. El calendario se caracteriza por ser lunisolar, es decir, se toman en cuenta tanto las fases del sol como las fases de la luna, con 12 meses solares, más 7 meses que intercalan con estos en un tiempo de al menos 19 años.
Según investigaciones, se ha logrado conocer que el calendario se estableció hasta el año 1637 a.C., en el que cada mes se veía regido por un animal, siendo estos: rata, buey, tigre, conejo, dragón, serpiente, caballo, cabra, mono, gallo, perro y cerdo. Según las leyendas tradicionales, el Emperador de Jade decidió organizar un banquete e invitó a todos los animales a este; sólo se presentaron 12 y a cada uno le entregó un mes en el que podía gobernar, además de un año (dentro de un ciclo de 12), en el que regirían por completo. Otras versiones sugieren que los animales que lograron llegar al banquete fueron aquellos que cruzaron un logran río; de acuerdo al orden de su llegada, recibieron cierto mes del año.
Este calendario era utilizado en diversas culturas, distintas a la china, pero que estuvieron bajo su dominio. En otras culturas, como la de los hunos, se utilizaba exactamente igual, mientras que otras, como la vietnamita o el japonés, cambiaron animales como la cabra, el jabalí y el conejo. Es importante mencionar que cada nuevo cicla inicia con el año chino, cuyo comienzo se celebra el 28 de enero.