El acto ilícito es un comportamiento que transgrede las imposiciones específicas establecidas en una norma legal. Es más apropiado usar el término conducta ilegal, ya que esta noción describe la manifestación positiva que se traduce como acción y lo negativo, es decir, la omisión. En vista de lo anterior, el acto ilícito se refiere a la omisión de actos obligatorios y la ejecución de actos contrarios a la ley.
De lo anterior deriva el acto sancionador, que es la reacción contra actos u omisiones determinados por el ordenamiento jurídico, por lo que una conducta no puede sancionarse si anteriormente no se establece como ilegal. El objetivo de las sanciones civiles y penales es detener la coacción por medio de la coacción, es decir, la privación coercitiva de un bien.
La doctrina establece que para que la configuración del acto ilícito sea probada, se deben presentar tres elementos:
- Conducta ilegal: Es uno que es contrario a la ley, ya sea porque viola una disposición legal, o el deber legal de respetar los derechos de los demás.
- Conducta culpable: Trabajar con culpa o falta que causa daño a otro sin derecho; Tal falla se traduce en un comportamiento inadecuado, es decir, un comportamiento culpable es el resultado de negligencia o falta de cuidado.
- Herir: Es una pérdida o impedimento que puede ser material o extramatrimonial; por lo tanto, desde un punto de vista económico, el daño es la pérdida o deterioro que una persona sufre en su patrimonio, y el daño es la privación de la ganancia legal a la que tenía derecho. Por otro lado, el daño o pérdida inmaterial (también conocido como daño moral) es la pérdida o impedimento sufrido por una persona en su integridad física o mental, en sus sentimientos, afectos, honor o reputación.
Los actos delictivos ilegales son aquellos que se ajustan exactamente a los tipos penales establecidos en las leyes, y se denominan delitos que pueden ser intencionales o culpables.
Ejemplo. en México, el código civil para el Distrito Federal establece que el hecho de que sea contrario a las leyes del orden público o de las buenas costumbres es ilegal. En opinión de algunos juristas, es ineficiente mencionar las leyes del orden público, ya que en su concepto cualquier ley que emane del legislador tiene como objetivo establecer el orden en la sociedad.