Imperio

El vocablo imperio proviene del latín imperium, y se refiere a una especie de organización estatal, en la que las funciones de líder máximo las ejerce el emperador, es decir, quien posee este cargo es el monarca del territorio sobre el cual gobierna y, por ende, es el único facultado para ostentar el poder.
Asimismo, esta palabra también admite ser usada para hacer mención del lapso de tiempo durante el cual un emperador ocupa su puesto como cabeza del gobierno, así como además se emplea para referirse al periodo en el que la nación fue dirigida por estas figuras y a la totalidad de las regiones sobre las cuales se extiende su mandato.
En ese sentido, generalmente un imperio está conformado por el poderío de un Estado que alcanza a gobernar a los pueblos de diferentes países.
A manera de ejemplo, se puede mencionar el imperio alemán, el cual impuso su dominio de varios principados, ducados y reinos, como Bremen, Baden, Hamburgo, Baviera y Prusia, entre otros, desde el año 1871 hasta 1918.
Por otro lado, es común el uso de este concepto para referir a alguna nación con gran potencialidad en el campo militar o en el económico, señalamiento que no implica que su gobernante posea el título o las potestades de un emperador.

Por esa razón varios politólogos y sociólogos han tildado de imperio a los Estados Unidos, pues ha mantenido una política con vocación guerrerista y su potencialidad económica los lleva a ejercer una presión importante sobre el resto de los países del mundo.
Se habla de imperio para hacer mención de la acción o el resultado de dar órdenes, o lo que es lo mismo: imperar, como cuando se señala el imperio de la Ley, para explicar que la legalidad debe ser el norte del desenvolvimiento de una nación.