Impuesto a la Venta

Consiste en la suma de dinero que se cobra, añadido al precio del producto o servicio, cuando un individuo lo adquiere en una tienda de venta al menor. Dicha suma de dinero, será calculada en base a la tasa de impuesto que el estado decida imponer, ya que ese dinero recabado, será entregado al gobierno local.

Dicho impuesto a la venta es representado mayormente como el “impuesto de valor agregado” (IVA), que es el Estado el que indica cuál será el porcentaje a calcular, algunos países lo calculan al 12%, otros al 16%, entre otras cantidades.
El valor agregado hace referencia al monto que el comerciante le suma al producto para revenderlo y la totalidad del IVA, es pagado por el consumidor final, que ya no puede venderlo agregándole un valor, debido a que (en teoría) lo adquirió al precio final de venta, que es el que compite en el mercado. Así, al hacerle un aumento, dicho producto o servicio se ubicará en un precio elevado que no compite con el resto.
El impuesto de ventas, se realiza incluso en las ventas que son realizadas a crédito, siendo cobrado igual a su cliente y contabilizado al momento de efectuarse dicha venta.
La cantidad de dinero que se va acumulando como impuestos, se llevan controladas en un libro diario, en la parte de ventas, en el cual se registra cada venta y los impuesto que ella ha generado. Esto facilita el cálculo, al momento de que la empresa decida declarar sus impuestos generados, ante el ente fiscal.
El impuesto sobre la venta no sólo se genera en las empresas, cualquier persona natural o jurídica que lleve a cabo actividades mercantiles de compraventa, paga o recibe impuestos. Al comprar algún bien o servicio o al venderlos, se generan impuestos. En ese sentido, si una persona se dedica a la venta, debe llevar un registro de los impuestos que genera, para luego declararlos ante el ente fiscal y cumplir su deber como ciudadano, ya que los impuestos que las personas y empresas cancelan, son utilizados por el Estado para hacerle frente al gasto público.
Cabe destacar que existen bienes gravados, exentos y excluidos, definidos y regulados por el Estado. Los gravados son aquellos que calculan el impuesto a la tarifa general determinada. Los exentos, son aquellos que poseen una tarifa de impuesto del 0% y los excluidos, son aquellos que por disposición legal no generan impuestos.