Con fundamento en el concepto que se aprecia en el diccionario de la Real Academia Española, es válido mencionar que el término “Investigar” proviene del latín Investigare, cuyo significado envuelve un conjunto de técnicas que son empleadas para realizar el descubrimiento de algo.
La investigación también hace referencia a la sumatoria de las acciones de carácter intelectual y experimental, que se producen de manera sistematizada, cuyo objetivo es el aumento de los conocimientos que el hombre posee sobre un tema determinado.
En ese orden de ideas, se puede exponer que una investigación está caracterizada por la búsqueda de una serie de datos o de soluciones factibles para el problema que se esté tratando.
En el caso de las investigaciones de índole científico la obtención de datos se lleva a cabo de forma especialmente sistemática, es decir, se sigue estrictamente una estrategia prediseñada, que luego de haber sido evaluada y puesta en práctica, alterará o sumará información a la que ya existe sobre el asunto que constituye el objeto de la indagación.
Además, la investigación debe seguir un proceso organizado, lo que implica explicar a detalle cada uno de los elementos involucrados en el análisis, y objetivo, ya que sus conclusiones no admiten estar fundamentadas en apreciaciones subjetivas, sino en experiencias debidamente observadas, examinadas y documentadas.
En este punto de la definición es válido referir algunos sinónimos de la palabra investigar: indagar, inspeccionar, rastrear, examinar y explorar.
A manera de resumen, la investigación se define por la búsqueda de una información específica, por medio de un profundo estudio fundamentado en un método preestablecido y cuyos resultados reforzarán los conocimientos existentes sobre un asunto determinado.