Kilocaloría

Las kilocalorías son la energía que el cuerpo humano necesita para vivir. Es decir, la energía que le permite al individuo desarrollar sus funciones vitales. Es por eso que la comida es tan necesaria para el ser vivo, porque cada comida nos proporciona energía de «combustible» para seguir adelante. El cuerpo humano necesita nutrientes como vitaminas y minerales, pero estos elementos que sirven para nutrirlo no son responsables de hacer una contribución de energía.

Las kilocalorías se encuentran en tres nutrientes, carbohidratos, proteínas y grasas. Que después de ser digeridos pasan a la sangre y proporcionan energía a los órganos para su correcto funcionamiento. Los carbohidratos y las proteínas proporcionan casi cuatro kilocalorías por gramo, mientras que las grasas tienen una contribución de nueve kilocalorías por gramo. Si el cuerpo consume más energía de la que gasta, es posible que se genere un peso extra. Para evitar esto, es necesario realizar actividad física o hacer ejercicio al menos 3 veces por semana, seguir avanzando y que las calorías sean de calidad, favorables para su cuerpo y su salud.
Por ejemplo, los carbohidratos complejos como la avena, la papa y la harina integral tienen calorías de calidad, en comparación con el azúcar o las harinas refinadas que solo ofrecen calorías vacías.
Y es que las calorías de los alimento son expresadas en kilojulios (KJ), aunque históricamente la energía en los alimentos se expresa en kilocalorías (kcal). En realidad, en kilocalorías equivale a 4.184 kJ. La conceptualización de kilocaloría científicamente expresa que esta, es la cantidad de energía necesaria para elevar la temperatura de 1 kilogramo de agua a un grado centígrado de 15 ° a 16 ° a la presión de 1 atmósfera. La verdadera caloría, a veces llamada «pequeña caloría», es la cantidad de energía necesaria para elevar la temperatura de un gramo de agua a un centigramo de 15 ° a 16 ° en 1 atmósfera.
Por lo tanto, las kilocalorías son la forma en que se mide la cantidad de energía que los alimentos aportan a nuestro cuerpo o también para medir qué energía gastamos en una determinada actividad. Se utilizan para medir la energía de los alimentos ingeridos y así poder elaborar dietas adecuadas y de acuerdo con el gasto de energía que podemos hacer diariamente.