Knut

El término Knut es de origen ruso y significa “látigo”. Era una especie de arma utilizada como instrumento de castigo, para azotar a aquellos acusados de cometer algún tipo de delito. El knut de Rusia, es recordado como uno de los instrumentos más crueles de castigo, representando el autoritarismo de los zares.

El kunt fue adoptado como mecanismo de castigo en Rusia por Iván tercero en el siglo XV y utilizado por casi 400 años, luego fue eliminado por el zar Nicolás I en 1845, quien lo sustituyó por otra especie de látigo llamado “pleti”.
Se conocen tres diferentes tipos de knut en Rusia:
El primero estaba compuesto por diversas colas de cuero retorcido o tejido con alambres, los cuales se encontraban en las puntas y que destrozaban la carne del condenado.
El segundo era un látigo con un mango de al menos 40 centímetros que tenía una argolla en la punta, a la cual se le añadía otra extensión de 20 centímetros aproximadamente, la cual terminaba en otra argolla, al que se le agregaba otro trozo de cuero que terminaba en una gancho de metal; esto con la finalidad de causar heridas profundas.
Sin embargo el más popular era el knut que tenía un mango de 60 centímetros aproximadamente, en donde se encontraba atada una correa del doble de largo y de al menos 5 centímetros en la base que se ajustaba para terminar en una punta. Esta cinta era empapada en leche y luego secada al sol o en fuego para endurecerla. La punta era cambiada cada cierto tiempo, ya que esta se ablandaba con la sangre del condenado, ya que cortaba como un cuchillo.
El knut era usado para castigar a todo tipo de criminales, sean hombres o mujeres. También era empleado para castigar a los sirvientes y aunque se pensaba que la nobleza estaba exenta de recibir esta condena, se tiene conocimiento de que el príncipe Alexander, hijo de Pedro el Grande, falleció producto de los golpes que recibió del knut. Lo mismo le ocurrió a la emperatriz Eudoxia, quien fue acusada de infidelidad.
La persona condenada a recibir latigazos con un knut era atada a un poste, con la espalda desnuda y en donde recibía de 100 a 120 azotes que eran el equivalente a una condena de muerte.