Konrad Lorenz

Konrad Zacharias Lorenz nació el 7 de noviembre de 1903 en un pequeño pueblo austríaco llamado Altenberg, un lugar en el medio de la naturaleza, rodeado de bosques, arroyos y muy cerca de los animales, salvajes y domésticos, el lugar perfecto para que se forme un naturalista.

Desde una edad temprana, Lorenz era un apasionado de la historia natural y la observación del comportamiento animal, ambos aspectos heredados del comportamiento y los modificados por la experiencia. Este modo de enfoque científico lo influenció a estudiar Medicina en la Universidad de Columbia y en Viena. Luego me se especializó en anatomía comparada, psicología y filosofía.
Luego, finalizó sus especializaciones y trabajó en el departamento de Psicología comparada Konigsberg, fué contratado para dirigir el departamento de sociología animal del Instituto de Etología de la Academia de Ciencias  en Austria, luego, el Instituto de Psicología en Altenburg, después, el Instituto Max Planck, y recibió el Premio Nobel de Medicina, debido a que descubrió sobre la organización y las causas del comportamiento individual y social, luego, le otorgaron el Premio Kalinga de la Unesco y en 1973, junto con Nicholas Tinbergen y Karl Von Frisch.
Dos personas que aportaron mucho e influenciaron a Lorenz fueron Charles Darwin y Johann Heinroth, pionero del término Etología y el comportamiento animal para descubrir cómo el proceso de evolución ha dado forma a cada especie. Este comportamiento es parte de la dotación de cada uno para la supervivencia, y es el producto de la evolución por selección natural.
Lorenz le enseñó a la humanidad una nueva forma de ver el mundo animal. Era amante fiel de los animales, sin embargo, fue precedida por frialdad científica, luego despertó en él un sentimiento de protección y cuidado, sin embargo, ha criticado a los que aman más a los animales que a las personas, pues, considera que no es lo correcto.
Entre sus libros más importantes están: El Anillo del Rey Salomón, Del otro lado del espejo, Los ocho pecados capitales de la humanidad civilizada. Estos libros han sido escrito con amenidad y sencillez, para llevar al lector un mensaje claro y que lo ayude a solucionar interrogantes, cabe destacar que Lorenz tuvo que realizar muchas pruebas rigurosas, anotaciones y observaciones para lograrlos.