Liquidez

La palabra liquidez  refiere la capacidad de obtener dinero en efectivo en una entidad y cumplir con sus obligaciones. Es decir, una liquidez es la facilidad de convertir un activo en dinero en efectivo. El nivel o grado de liquidez es la velocidad con la que se puede vender o intercambiar por otro activo.

Mientras más liquidez en el activo, menos riesgo correrá el vendedor de perder. El activo más líquido que puede existir es el dinero, debido a que a la hora de intercambiarlo por otro puede realizarse de manera inmediata o fácilmente. La forma más efectiva de calcular la relación de liquidez de una empresa es dividir el flujo de la empresa entre el público real. Si el resultado es mayor que uno, significa que la entidad puede hacer frente a sus deudas con la cantidad de dinero líquido que tienen en ese momento; de ser menor de uno el resultado, quiere decir que la entidad correspondiente no cumple con la liquidez suficiente para cancelar sus deudas. El siguiente paso para una empresa es analizar su solvencia, que es la liquidez a largo plazo.
Un activo líquido es aquel que cumple  las siguientes características:

  • Se puede vender rápidamente.
  • Se puede vender con una pérdida de valor mínimo.
  • Se puede vender en cualquier momento durante el horario de mercado.
  • La característica esencial de un mercado líquido es que hay compradores y artículos listos y dispuestos a realizar transacciones en cualquier momento.

En el ámbito financiero la habilidad de convertir un activo en dinero en efectivo de forma inmediata o rápidamente es conceptualizado liquidez, todo depende del nivel de liquidez que se presente, se procede analizar la empresa o institución para solventar sus problemas, crisis y obligaciones. El activo financiero  por tal razón, de cumplir con una liquidez a corto plazo, veloz al convertir el dinero se puede definir que esta institución es líquida o no.
Una de las variables más utilizadas para conocer los niveles de liquidez financiera de una empresa, es el flujo de efectivo, el cual mide la capacidad de la empresa para generar el efectivo que le permite cumplir con sus obligaciones inmediatas, para sus proyectos de inversión y expansión.