El término llama posee dos definiciones bastante diferentes una de la otra, y las cuales son bastante utilizadas en el idioma español. Por un lado una llama puede ser considerada un animal de cuatro patas similares a un camello pero de menor tamaño, el cual es utilizado frecuentemente como animal de carga, en especial en las zonas de Los Andes, sin mencionar que además de ello es explotado por su pelaje y su carne como fuente de alimento. Por otro lado, una definición un totalmente diferente a la anterior, es la que se utiliza para denominar a una flama que se produce gracias al fuego y la cual puede ser empleada en diferentes elementos de la cotidianidad.
Haciendo referencia a la llama como un animal, la cual es posible localizar en diferentes regiones que poseen una altura considerable respecto al nivel del mar y además son de clima un tanto desértico tal y como lo son las regiones de los Andes en Suramérica, lugar en donde la llama es considerado como un animal doméstico, siendo incluso de gran relevancia para la supervivencia de algunas civilizaciones antes de la colonización, tal es el caso de los incas. Éstas poseen un tamaño considerable, comparable con el de un ser humano, pudiendo incluso superarlo en tamaño, por su parte el cuerpo se encuentra recubierto por gran cantidad de pelos y es por él que su piel es utilizada para la elaboración de abrigos.
Son animales de un carácter bastante noble, lo suelen utilizar en mayor medida como una animal para cargar objetos, sin embargo si se somete al animal a demasiado peso, este no se moverá del lugar, haciendo sonidos y movimientos bruscos para que la carga sea aligerada. Su alimentación es a base de pastos y una característica que la asemeja a las vacas es que son rumiantes.
Por su parte otra acepción de este término es el fenómeno que se presenta cuando alguna sustancia inflamable hace combustión, la misma emitirá una luz la cual dependiendo de la fuerza con la que se presente la combustión puede ser de mediana o gran intensidad.