El término Magia tiene sus raíces en el latín magīa, vocablo que, al mismo tiempo, deriva de una voz de origen griego.
La palabra hace referencia a la actividad con la que una persona debidamente preparada intenta generar acciones que contrarían lo expuesto por las leyes de la naturaleza.
La magia es considerada un arte, caracterizado por el uso de palabras que forman conjuros y la utilización de una amplia variedad de objetos que le dan vida a diversos actos que se convierten en la fascinación de quien los presencia.
Sin embargo, se debe mencionar el hecho de que este término se usa para definir a la ciencia oculta, así como también al show, en el que se conjugan trucos de diferentes naturalezas, con el objetivo de sorprender a un público determinado.
A los espectadores de los actos de magia se les pretende engañar con la presentación de experiencias que desafían la realidad y el razonamiento lógico, elemento en el que se concentra la atracción de este tipo de eventos.
Se debe hacer notar que en estos casos el público está conciente de que lo que ven sus ojos no es real, razón por la cual lo que verdaderamente capta la atención de los asistentes es el hecho de no poder descubrir dónde se encuentra el truco.
Por otro lado, la magia también representa diversos conceptos que están estrechamente vinculados con el hombre. Por ejemplo, las diferentes religiones que existen en el mundo y la mayoría de los rituales o cultos paganos, tienen un grado de fundamento mágico.
En ese sentido, aceptar como cierto que una persona puede morir y resucitar al cabo de cierto tiempo es el resultado de la fe, pero para quien no la profesa, esa proeza está envuelta en un acto de magia, pues transgrede las leyes de la ciencia y, por lo tanto, de lo comprobable.