Malaria

La malaria es una enfermedad potencialmente mortal causada por parásitos que se transmiten a los humanos por la picadura de mosquitos infectados y que se cobra la vida de unas 600,000 personas al año que no han recibido tratamiento preventivo profiláctico. Los parásitos son del género Plasmodium y el vector involucrado en su transmisión es la hembra del mosquito del género Anopheles. Pero además de la mordida, otros mecanismos de transmisión son posibles.

Específicamente, mediante transfusión de sangre infectada, trasplante de órganos, contaminación cruzada de materiales y fluidos aplicados de manera invasiva, mediante inoculación accidental con agujas infectadas o mediante manipulación de sangre en el laboratorio, según un análisis del Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III. Los síntomas de la malaria son, fiebre y dolor de cabeza, escalofríos, vómitos. El riesgo de infección principalmente, ocurre en el África subsahariana, aunque también hay casos en América Central y el sudeste asiático.
Existe un tratamiento profiláctico que previene ser infectado por el mosquito. También hay varias vacunas experimentales que tienen como objetivo erradicar la enfermedad, dice la OMS. Datos sobre la enfermedad en España: la malaria es la enfermedad parasitaria importada en España con el mayor número de casos, según el informe mencionado anteriormente.
Durante el siglo XX, la malaria se erradicó de la mayoría de las zonas templadas, por lo que la enfermedad se limita a los países tropicales. En España se erradicó en 1964, pero el mosquito vector se distribuye por todo el territorio y esta situación determina que es posible que se presenten casos de malaria autóctona. Sin embargo, el riesgo es muy bajo porque para que una persona se infecte con la mordedura de un Anopheles tendría que haberse alimentado previamente de sangre de otra persona que había contraído la enfermedad en el exterior. Por lo tanto, los casos notificados han sido principalmente casos importados de viajeros a áreas endémicas.
En 1971 hubo un brote con 53 casos por transfusión de hemoderivados: 43 por transfusión de sangre total y 11 después de la plasmaféresis. Los hemoderivados procedían de un banco de sangre en Barcelona, ​​donde con frecuencia donaban trabajadores de origen centro y norte de África. Además, en 1978, según la Sociedad Española de Médicos de Familia, se declaró un caso en Cataluña, en una enfermera que manejaba material sanitario en contacto con un paciente con malaria.