La masonería es una institución esencialmente filosófica, filantrópica, mística, esotérica y progresiva. Es filosófico como guía al hombre hacia la investigación de las Leyes de la Naturaleza, invita al esfuerzo del pensamiento que va de la representación geométrica simbólica. Se dice que es filantrópico, porque practica el altruismo, desea el bienestar de todos los seres humanos y no se inspira en la búsqueda de beneficios personales de ningún tipo.
Sus esfuerzos y recursos están dedicados al progreso y la felicidad de la especie humana, sin distinción de nacionalidad, raza, sexo o religión, por lo que tiende a aumentar la conciencia. Algunos escritores de la Orden han expresado en oraciones sistemáticas el espíritu ecuménico que fomenta la masonería. Toda la especie humana es una sola familia dispersa en la faz de la tierra, todos los pueblos son hermanos y deben amarse como tales.
¿Por qué tratar de desarrollar las facultades internas del ser, o subconsciente, generalmente dormido para una mejor unión o armonía con el absoluto? Se cree que él es progresivo porque enseña y practica la solidaridad humana y la voluntad absoluta de conciencia. La masonería tiene, como objeto, la búsqueda de la verdad, descartando el fanatismo y abordando sin prejuicios, todas las nuevas contribuciones de la invención humana; estudia la moral universal y cultiva las ciencias y las artes. No pone ningún obstáculo en la investigación de la verdad. La fraternidad de masones libres y aceptados es la organización fraterna más grande, más antigua y más conocida del mundo. Varios volúmenes se han escrito al respecto, sin embargo, para muchos, la masonería sigue siendo un misterio.
Es importante mencionar algunos datos que serán informativos para todos y corregir algunos malentendidos, ya que algunos historiadores remontan la masonería hasta el siglo X aC, es decir, durante la construcción del templo del rey Salomón. Los archivos revelan que esto se introdujo en Inglaterra en el año 926 aC. La masonería descendió directamente de las asociaciones de albañiles, constructores de las catedrales de la Edad Media, que viajaron por Europa utilizando los secretos y las habilidades de sus artes.
En el siglo XVII, cuando los edificios de las catedrales se hacían más pequeños, muchos gremios de masones conocidos como masones operativos comenzaron a aceptar como miembros, a aquellos que no formaban parte del arte de la construcción, es decir, a los que se llamaban «Mansiones especulativas» que también se les conocía como «Misiones aceptadas», fue a partir de estos grupos que nació la masonería simbólica tal como la conocemos hoy. La agrupación de estos hermanos a través de logias, ha logrado reunir a varios millones de hermanos en la faz de la Tierra y todos ellos agrupados bajo el nombre de Logias Simbólicas.