El término de medicina alternativa se utiliza para englobar todas aquellas prácticas de la medicina que no son reconocidas por la medicina occidental por no estar sustentadas con pruebas científicas, por lo tanto su eficacia no ha sido comprobada, la medicina alternativa puede abarcar una gran variedad de prácticas, tanto tradicionales como nuevas, en la actualidad se ha vuelto muy popular entre las personas, esto se debe a que a diferencia de la medicina común, ésta no hace uso de químicos, pues los elementos utilizados en estas prácticas son en su mayoría de origen natural.
Las diferencias entre la medicina alopática o convencional y la medicina alternativa son las siguientes: la medicina convencional utiliza los métodos científicos para comprobar la eficacia de la misma sobre las diferentes patologías, quienes hacen práctica de ella deben adquirir los conocimientos a través de una formación académica exhaustiva donde se estudia, tanto el cuerpo, como las enfermedades y las posibles soluciones para ellas. Mientra que en la medicina alternativa se centra en tratar a los pacientes no solo en su cuerpo sino también en su mente y espíritu, es también menos invasiva ya que no se practican cirugías ni se administran fármacos creados a bases de químicos.
Algunas de las prácticas de medicina alternativa más famosas son, la acupuntura, la homeopatía, el masaje, la quiropráctica, entre otras más, cuando estas prácticas son llevadas a cabo por sí sola se le llama alternativa, pero si se aplican en conjunto con la medicina convencional se les denomina complementarias.
Quienes apoyan las prácticas de este tipo de medicina aseguran que los distintos métodos que se suelen utilizar son eficaces, para tratar una gran variedad de dolencias, lo que puede aportar muchos beneficios para la salud del paciente, pero no solo eso sino que también ofrece una gran variedad de alternativas tanto de fármacos, como de tratamientos médicos que no se encuentran disponibles en la medicina convencional.
Por otro lado también existen quienes se oponen, ya que la consideran ineficaz, lo cual ha sido demostrado en diversas investigaciones, otro factor que toman en cuenta quienes refutan la práctica es el daño potencial que se puede causar al aplicar un medicamento que puede tenga buenos resultados en un principio pero simplemente lo que hace es retrasar la enfermedad si la misma es progresiva, lo que puede ser mortal para el paciente.