Mentecato es un adjetivo que se le otorga a las personas que tienen poco juicio o usa muy poco su sentido lógico o razón. Esta palabra puede ser aplicada tanto como una característica propia de alguien despistado, como también se habla de todo aquello que puede pertenecer a un “mentecato”. Es común que las personas a las que se le dificulte el entendimiento sobre algún tema en especifico, o que no tenga las habilidades necesarias para el desempeño de una actividad, en especial cuando esto ocurre porque la tan mencionada “falta de juicio”. Este término es claramente utilizado con fines peyorativos, enfocándose en la capacidad mental de una persona en específico.
Esta palabra entra al idioma castellano alrededor del siglo XVI, proviniendo del vocablo latín “mente captus”, después transformada a “mentecapto”, que puede ser traducida “tomado de la mente” o “que no tiene toda la razón”. El sentido de esta expresión, es dar a entender que la persona, de alguna forma, tiene a su mente captiva, encerrada en algún lugar, lo que le impide poder utilizarla de forma convencional. Este concepto puede ser apreciado en diversas creaciones literarias desde hace largo tiempo; prueba de ello es la mención que hace del mismo Miguel de Cervantes en Don Quijote de la Mancha, en un fragmento que reza: “…y busco para mi propia gloria la senda más angosta y difícil. ¿Es eso, de tonto y mentecato?”.
De esta forma, mentecato es un sinónimo para tonto, estúpido o idiota. Forma parte de algunos de los insultos comúnmente perpetrados en las culturas de algunos países.