El metabolismo es la agrupación de todas las transformaciones que sufren los materiales dentro del organismo, esto se da en el espacio intracelular y dichos cambios se generan de forma constante; la palabra metabolismo significa “cambiar”, estos cambios pueden ser tanto generativos (anabolismo) como destructivos (catabolismo) dependiendo de las necesidades del cuerpo humano sobre dicho material.
El metabolismo está centrado en propiciar cambios a las estructuras de las macromoléculas (proteínas, lípidos y carbohidratos) que son adquiridos de forma exógena o por la dieta; ésta constante transformación de los elementos es capaz de liberar energía en forma de calor asi como tambien produce un gasto de agua y aumenta la concentración de dióxido de carbono sanguíneo, todo con la finalidad de generar la energía suficiente para que se realicen las modificaciones en las estructuras químicas de dichos elementos esenciales para el cuerpo humano. El desarrollo del metabolismo está dividido en tres fases: absorción donde se da la asimilación de los alimentos, transformación cuando se modifica su estructura de forma anabólica o catabólica, y eliminación donde se expide del cuerpo aquellas sustancias que cumplen funciones energéticas dentro del organismo.
Como se mencionó anteriormente el metabolismo puede estar clasificado en dos tipos:
Catabolismo: esta genera la segmentación de una macromolécula en porciones pequeñas que cumplan una función definida en el cuerpo, ej: la glucosa cuando es descompuesta para obtener de ella ATP (energía) y agua.
Anabolismo: totalmente lo contrario a catabolismo, se encarga de generar una macromolécula a partir de los elementos que se encuentran circulando en sangre, ej: la formación de proteínas necesarias para el músculo.
Existen unas proteínas encargadas de propiciar el acto metabólico, estas se caracterizan por ser creadas dentro del espacio celular, su función principal es acelerar o metabolizar las reacciones químicas necesarias para el anabolismo o catabolismo y son conocidas con el nombre de “enzimas”. Éstas funcionan por reacciones de oxido-reduccion, deshidrogenacion, descarboxilacion y demás mecanismos que permiten un cambio estructural en una molécula determinada.
Como ya se había mencionado el metabolismo de los nutrientes se aprecia en el espacio intracelular, sin embargo existen tejidos que sufren estos procesos más ávidamente los cuales son: hígado y glándula tiroides, posicionándose como los órganos metabolitos principales dentro del cuerpo humano.