El miocardio es un término que se utiliza en el área de la salud para referirse al musculo del corazón que integra la capa media de la pared cardíaca, está recubierta por dentro por el endocardio y por la parte de afuera por el pericardio.
Este musculo se encarga de ejecutar las contracciones del corazón para enviar la sangre al sistema circulatorio, actúa de manera armoniosa debido al nódulo sinusal, además no requiere ser estimulado por el cerebro para funcionar. Cuando se produce un taponamiento en alguna de las arterias coronarias que son las encargadas de distribuir los nutrientes y oxígeno al corazón, se dice que ha ocurrido un infarto al miocardio. Cuando esto ocurre es porque la capa miocárdica no recibió una aspersión suficiente y murió. Según los estudios, el número de infartos cardíacos demuestran que los hombres son los más propensos a sufrir de un infarto de miocardio, y no solo presentan un mayor índice de muerte, sino que los hombres comienzan a sufrirlo en edades tempranas.
Los elementos de riesgo causantes de la obstrucción de las arterias y por ende causantes del infarto de miocardio son: el colesterol alto, obesidad, tabaco, hipertensión, sedentarismo. Entre los principales síntomas que se pueden presentar cuando ocurre un infarto de miocardio es: un dolor intenso en la zona torácica que se va esparciendo hacia el cuello, espalda, brazo izquierdo. Igualmente en algunos casos se presenta un dolor en el abdomen, ganas de vomitar y problemas para respirar.
Si el infarto de miocardio es muy prolongado, existe la posibilidad de que la persona padezca de por vida de insuficiencia cardíaca, ahora, si el infarto de miocardio es de pequeña proporción, la persona podrá llevar una vida normal, siempre y cuando controle los factores de riesgo, para así poder impedir que ocurra un nuevo infarto.