Con el pasar del tiempo la Mitología a adoptado concepciones culturales y religiosas de diversos países del mundo específicamente de la cuenca mediterránea; primero de Grecia, pero también de Egipto, Frigia o Siria. Pero la mitología romana no posee la riqueza intelectual y poética de la mitología griega, por ejemplo.
Y es que aunque los romanos son un pueblo profundamente religioso, sus dioses son, en primer lugar, los dioses son útiles y se espera acción y eficiencia de ellos. Así encontramos dioses como Fontus (o Fons), dios de fuentes y manantiales, Flora, diosa de los árboles, Pomona, que cuida los frutos, o incluso Fides, personificación de la palabra dada.
Los antiguos romanos, a diferencia de los griegos, concibieron su equivalente Ceres como una deidad, que tenía un sacerdote oficial llamado Flamen (subalterno de los flamines de Júpiter, Marte y Quirino), pero superior a los de Flora y Pomona. Ese dios fue considerado junto con otros dos dioses agrícolas: Liber y Libera. Se conocía la relación de los dioses menores, con funciones especializadas que lo ayudaban: Sarritor (escarda), Messor (cosecha), Convector (transporte), Conditor (almacenamiento), Insitor (siembra).
Cabe señalar que la mitología consiste en una historia fantástica protagonizada por dioses, héroes y personajes fantásticos, y cuya historia se encuentra fuera de un tiempo histórico, mientras que es responsable de explicar ciertos eventos o fenómenos.
Los mitos son una parte integral del sistema de creencias de una determinada gente o cultura. Y aglutinado forma mitología. Los mitos, en general, nos brindan explicaciones sobre el origen del mundo, los dioses, el bien y el mal, el fallecimiento del hombre en la tierra y las historias sobre el fin del mundo, entre otros. Usualmente responden preguntas existenciales tales como de dónde venimos, quiénes somos realmente, hacia dónde vamos y por qué estamos en este mundo, entre otros. Todas las respuestas que se dan a estas preguntas se sistematizaron como consecuencia de su transmisión oral, de generación en generación.