Mitómano

“Mitómano” es el nombre que reciben las personas que mienten de forma compulsiva o adictiva, como parte de la manifestación de algún trastorno de la personalidad. En el ámbito de la psicología y la psiquiatría, se le llama de diversas maneras, como mentira compulsiva, pseudología fantástica o mitomanía. No se han realizado muchas investigaciones con respecto a esta condición médica; sin embargo, se conoce que puede afectar a hombres y mujeres en niveles similares, además de que se presenta por primera vez en la infancia. La palabra se origina a partir “mythos” (mito) y “mania” (loquera, locura), y puede traducirse como “el que exagera y admira la realidad”.

Generalmente, los mitómanos presentan marcadas características. Estos tienden a generar historias casi de una manera inconsciente, y las exponen a su entorno, desconociendo si son creíbles o no. Las fantasías, de una forma u otra, resultan en exageración de las pequeñas partes verídicas; aunque, en algunos casos, estas no pueden resultar completamente improbables. Personas que tienen estos hábitos, pueden, incluso, llegar a creer que estas historias son completamente reales y, de hecho, las proyectan en su mente como un recuerdo. Algunos estudios han arrojado que alrededor del 40% de los mitómanos tienen daños en el Sistema Nervioso Central, y le atribuyen a esto la causa del problema.
Los mentirosos patológicos, por su parte, pueden mentir sólo por adicción, es decir, estos no buscan un beneficio a partir de la creación de la historia. Esto se afirma debido a que, los mitómanos, buscan lograr algún tipo de afecto o, al menos, sensibilidad con respecto a su persona, por lo que buscan colocarse como una persona sabia y valiente. Al hacerlo sin motivo alguno y con un guión muy creíble, los mentirosos patológicos logran distinguirse de los primeros.