Muelle

La palabra muelle puede referirse a las construcciones situadas, normalmente, a orillas de una playa, cuya función se remite a servir como una especie de superficie, sobre la que una tripulación puede iniciar la carga o descarga de una embarcación. De igual forma, se lama muelle elástico o resorte a la pequeña pieza mecánica capaz de almacenar una cantidad de energía determinada, y liberarla en cualquier momento sin sufrir daños estructurales, independientemente del material con el que estén fabricados. Los muelles de carga, por su parte, son las instalaciones o edificios en donde camiones y ferrocarriles descargan su mercancía.

Los muelles, como construcción, suelen estar constituidos por distintos materiales, como ladrillos, piedras o madera. Estos, para que se mantengan en pie, son afianzados al lecho marino mediante una serie de bases, cuyas conexiones pueden ser de diversas formas. Es bastante común encontrar varios muelles en puertos fluviales o marítimos, debido a la gran cantidad de embarcaciones que hacen su llegada al lugar. Cabe destacar que, sin importar si se trata de un navío a cargo de mercancía o sigue una ruta turística, este puede hacer uso de cualquier muelle disponible.
Los muelles de carga se diferencian de los anteriores por, como se mencionó anteriormente, dedicarse a los camiones y ferrocarriles, además de encontrarse en espacios cerrados, con un ambiente controlado. Hacen uso de diversos instrumentos y componentes especiales, como puertas automática, niveladores de muelle y plataformas elevadoras, que facilitarían la tarea de descarga. Otros objetos identificados como muelles, como los muelles balancines, las tradicionales máquinas que se encuentran en los parques para niños, y en donde estos pueden balancearse por sí solos.