Neumonía

La neumonía es una enfermedad que se presenta en los pulmones, caracterizada por ser una infección altamente contagiosa (aunque no siempre es así), que provoca una inflamación dolorosa en los alvéolos y las zonas cercanas a estos. El tejido de los pulmones se tiñe de un color rojizo y se hincha considerablemente. Es una condición mortal si no es detectada a tiempo; regularmente, el tratamiento se da fuera de los hospitales, por el riesgo de contagiar al personal médico, además de los pacientes que allí se hospedan. Existen dos tipos de neumonía según el entorno en el que se adquiere encontrándose la neumonía contraída en la comunidad (NAC) y la neumonía nosocomial (NN).

Los microorganismos que generan esta enfermedad se encuentran en el aire, porque son liberados a través de los estornudos, la mucosa y la tos. Los individuos que se diagnostican con esto, a menudo tienen secuelas; las bacterias quedan en el organismo durante un período de tiempo considerable, por lo que es riesgoso que convivan con personas bajo el virus de la gripe o el asma, además de otras enfermedades del sistema respiratorio.
Los síntomas pueden variar, pero mayormente surge una tos acompañada con mucosa de color verde o marrón, fiebre alta, un dolor fuerte en cierto punto del tórax cuando se inhala y una importante pérdida de peso. La bacteria que causa la neumonía puede afectar órganos distintos y no siempre de la misma manera; cabe destacar que se han descubierto al menos 16 tipos distintos de esta condición. El virus puede introducirse en el cuerpo por su captación mediante la boca o la nariz, además del consumo de alimentos contaminados.