Niñez

Aunque no hay del todo acuerdos en torno a la etapa de la vida humana representada por la niñez, hay coincidencias al ubicarla en el periodo que va desde el nacimiento del individuo hasta los 12 años, cuando se supone que comienza su adolescencia, pues ese es el punto en el que empiezan a manifestarse los cambios propios de su preparación para entrar en la adultez.
Es precisamente en ese lapso -y sobre todo en sus primeros seis años de vida-, cuando el hombre en crecimiento desarrolla sus habilidades cognitivas y psicomotoras, y asimila la mayor cantidad de conocimientos, pues su mente es como un libro cuyas páginas están en blanco y es fácil escribir sobre ellas lo que con el tiempo se convertirá en la base de su aprendizaje.
Durante la niñez el ser humano también define su personalidad, proceso en el que la relación que mantenga con papá y mamá jugará un papel fundamental, al punto en el que no solo orientará su conducta, sino que también moldeará su inclinación sexual.
En esos primeros 12 años el individuo también se explora y conoce a sí mismo, aprende a hablar y posteriormente a relacionarse con otras personas, lo que le permitirá defenderse en cada una de las facetas de su vida.
En esa fase de la existencia humana también se arraigan los valores que fundamentarán la conducta del hombre o la mujer hasta el fin de sus días, por lo que se deben promover desde el seno familiar principios y costumbres que ayuden a construir un ciudadano responsable, tanto con los suyos, como con el resto de las personas y el ambiente que lo rodea.