Oblicuo

El término oblicuo tiene un origen etimológico en latín llamado “oblicuus”; en el ámbito de la geometría se conoce como oblicuo a una figura que se encuentra ubicada en forma variable pero que no cumple un régimen estrictamente perpendicular a un plano, es decir no es una figura netamente recta. De acuerdo a esto existen numerosos planos o formas oblicuas: ángulo oblicuo, triángulo oblicuo, cono oblicuo, rectángulo oblicuo, etc.; todo lo que se considera como oblicuo no cumple plano paralelo y mucho menos perpendicular, para describirlo entonces es una forma inclinada frente a un plano horizontal.

De acuerdo a esto toda forma que sea descrita con estas características se conoce como oblicuo; un ejemplo de esto sería los músculos del cuerpo humano específicamente los encontrados a nivel abdominal, estos se ubican a partir de la 8va costilla conformante de la caja torácica. La función de estas masas musculares es la de comprimir y ofrecer protección junto con los otros músculos a las vísceras del abdomen, además de permitir los movimientos flexores y rotadores en la región del tronco; en su forma anatómica se describen como anchos y de forma acintada (aplanados), su conformación es base de masas carnosas cubiertas por aponeurosis, de acuerdo a su tamaño se encuentran divididos en: oblicuo mayores y menores, siendo los mayores más grandes y externos con respecto a los menores.
Otra parte del cuerpo que cuenta con músculos oblicuos es el ojo, estos de acuerdo a su ubicación se clasifican en: superior e inferior; el músculo oblicuo superior permite la rotación del ojo hacia arriba y se encuentra por encima del glóbulo ocular, mientras que el músculo oblicuo inferior se ubica por debajo del ojo.