Ooforitis

Oophoritis u ovaritis es la inflamación de uno o ambos ovarios. Por lo general, es causada por una infección bacteriana y causa mucho dolor y malestar. La estructura del ovario es muy resistente y, al estar ubicados en esa zona, están bastante protegidos de patógenos externos, por lo que es raro que se inflamen. Y es que la ooforitis es eso: inflamación de uno o ambos ovarios generalmente causados ​​por una infección bacteriana. Los gérmenes más frecuentes son estreptococos, estafilococos, E. coli y gonococos.

En general, la enfermedad también afecta las trompas de Falopio, causando salpingitis o salpingo-ooforitis. Además, algunas veces el proceso inflamatorio se vuelve crónico (ovaritis crónica). En estos casos hay períodos de dolor con otros de tranquilidad. Es más común en mujeres jóvenes en edad fértil ya que la mayoría de las veces la infección se asocia con una enfermedad de transmisión sexual (clamidia, gonorrea, tricomoniasis, etc.).
Las mujeres que padecen enfermedades inflamatorias crónicas también corren un mayor riesgo de padecer esta enfermedad, ya que su sistema inmunitario a menudo está deprimido; aquellos que sufren enfermedades del sistema endocrino cuando sufren desequilibrios hormonales; las que usan anticonceptivos hormonales incorrectamente; o aquellas que han sufrido recientemente un aborto.
En los niños, la mayoría de las veces se asocia con la artritis juvenil crónica. Un diagnóstico temprano es la clave para reducir en gran medida las posibles complicaciones. El estrés, la tensión o el humo de tabaco también aumentan las posibilidades de ooforitis.
Los principales síntomas de esta enfermedad son dolor severo en el área que puede irradiar a la espalda o la pelvis, malestar general, trastornos del sistema reproductivo, fiebre, debilidad, mareos, somnolencia, escalofríos, flujo vaginal purulento o sangrado entre las reglas.
Es importante diagnosticar y tratar la enfermedad lo antes posible, ya que de lo contrario, puede causar problemas de fertilidad a largo plazo. Otros efectos negativos de la inflamación son los trastornos menstruales, sangrado abundante, dolor, anorgasmia, disminución de la libido, aumento del riesgo de embarazo ectópico, desarrollo de cistitis o enfermedades intestinales.
El tratamiento consiste en antibióticos para terminar la infección. También se pueden administrar analgésicos para el dolor. Es importante recuperar el sistema inmunitario, por lo que se recomienda descansar, dormir y comer bien. Para prevenir la ooforitis, cuídese y evite reducir sus defensas con una dieta saludable y mucho descanso.