Origen de la letra C

La “c” es la letra que ocupa el tercer puesto en el alfabeto del idioma español y del latino básico, esta letra fue nombrada por los hebreo como “gimel” puesto que su forma se asemeja a un jeroglífico de origen egipcio cuyo aspecto era similar al de una honda y del cual se cree que significa “gimel”, sin embargo existe otra teoría de que de que el significado de dicha inscripción hace alusión a la joroba de un camello al cual se le denomina como “gamal” en lengua semita. Por su parte el símbolo “gimel” dio paso al origen de la letra gamma Γ, la cual al ser redondeada posteriormente, daría paso a la creación de la letra “c”.

La letra “c” del latín antiguo tenía dos variaciones distintas de como pronunciarse, una de las cuales era bastante similar a lo que es hoy en día la conjugación de la “g” el cual terminaría por ser erradicado durante el periodo clásico. Por su parte la otra pronunciación es la que se traspasó a las denominadas lenguas romances y es la que actualmente se utiliza en los idiomas modernos. Sin embargo a partir del siglo XVI esta letra puede expresar dos sonidos distintos, el primero se puede ejemplificar al pronunciar palabras como “coche”, “cartón”, “caricatura”, dicho sonido se genera cuando se traslada la parte trasera de la lengua hacia la parte posterior del paladar para luego hacer salir el aires sin que las cuerda vocales se mueven, el uso de la c en este caso solo es aplicable si se le coloca justo antes de la vocales “a”, ”o” y ”u” y en consonantes como la “r” y “l”.
El segundo sonido es muy similar al producido por la “z” un ejemplo de ello son las palabras “cigarrillo” y “cemento” a este modo de utilizar la letra “c” se le conoce como seseo y se presenta cuando la parte trasera de la lengua se mueve hacia los dientes incisivos superiores dejando que el aire salga rozando dichos dientes al mismo tiempo que el velo del paladar es cerrado y no permite que las cuerdas vocales se cierren.