PAC (Política Agrícola Común De La Unión Europea)

Es una política común a todos los Estados miembros de la Unión Europea. Se gestiona y financia a nivel europeo con todos los recursos del presupuesto anual de la UE.

La PAC, lanzada en 1962, representa una asociación entre la agricultura y la sociedad, entre Europa y los agricultores. Sus objetivos principales son:

  • Mejorar la productividad agrícola, para que los consumidores tengan un suministro estable de alimentos a precios asequibles.
  • Garantizar una vida razonable a los agricultores de la UE.

Tras la entrada en vigor del Tratado de Roma, las políticas agrícolas de los Estados miembros fueron sustituidas por mecanismos de intervención a escala comunitaria. La base de la política agrícola común (PAC) no ha cambiado desde el Tratado de Roma, aunque se han modificado las normas que rigen la toma de decisiones. El Tratado de Lisboa ha reconocido la codecisión como el «procedimiento legislativo ordinario» de la política agrícola común, que sustituye al procedimiento de consulta.
En 1958, cuando se creó el mercado común en virtud del Tratado de Roma, el sector agrícola de los seis países fundadores se caracterizó por una fuerte intervención estatal. Con el fin de incluir los productos agrícolas en la libre circulación de mercancías, manteniendo al mismo tiempo la intervención pública en el sector agrícola, deberían suprimirse y transferirse a nivel comunitario mecanismos nacionales de intervención incompatibles con el mercado común, motivo principal de la creación de la PAC.
Por otra parte, la intervención en la agricultura se basaba en el principio muy difundido en ese momento de la especificidad del sector, que dependía en gran medida de las condiciones climáticas y geográficas y experimentaba desequilibrios sistémicos entre la oferta y la demanda y, por consiguiente, Y la volatilidad de los ingresos.
La demanda de alimentos no es flexible, es decir, varía poco de acuerdo a la fluctuación de los precios; Por otro lado, la duración de los ciclos de producción y la inmutabilidad de los factores de producción hacen que el suministro global de productos agrícolas sea muy rígido. Por lo tanto, una oferta abundante provoca caídas de precios y, por el contrario, cuando hay poca oferta, los precios suben. Todos estos elementos conducen a la inestabilidad permanente de los mercados. En esta situación, las autoridades públicas siempre han tendido a regular los mercados agrícolas y mantener los ingresos de los productores, una tendencia heredada por la PAC.