Papel

En su sentido más sencillo, el papel es un recurso elaborado a base de pasta vegetal molida y blanqueda por medio de un conjunto de procesos químicos, cuya presentación primordial la constituyen láminas finas, que son utilizadas para dibujar o escribir, entre otro sinfín de aprovechamientos.
Las principales fuentes naturales que constituyen la materia prima del papel son la madera y la paja, aunque también son conocidos otros recursos como el arroz como la base esencial para la obtención de este valioso material.

A las citadas fuentes primeramente se les muele, posteriormente se les blanquea y se les aplica un desleído en agua, para finalizar con el proceso de secado y endurecimiento por medio de diversas técnicas que se han ido perfeccionando con el paso del tiempo.
La invención y posterior desarrollo de este recurso se le atribuye a los chinos, quienes en el siglo II de la era actual lo crearon utilizando como base los residuos de sede, paja de arroz y algodón.
Sin embargo, en Egipto también puede considerarse que estuvieron los albores del papel como hoy se conoce, ya que fueron precisamente sus investigadores quienes elaboraron el papiro con la misma intención con la que los chinos hicieron los primeros ensayos de papel, es decir, realizar anotaciones de lo que necesariamente debía contar con un registro.
En tiempos modernos se comercializa una amplia variedad de papeles, cada uno de los cuales satisface una necesidad determinada de quien lo adquiere.
Las condiciones que fundamentalmente establecen diferencias entre un tipo de papel y otro son la durabilidad, la resiliencia (capacidad de regresar a su estado original después de haber sido alterado) y estabilidad, representada por la facultad de mantener sus medidas pese a las condiciones atmosféricas a las que sea sometido.