Se conoce como Parlamento al organismo que goza de asidero constitucional dentro de un Estado, cuyo sistema contempla precisamente el parlamentarismo.
Este órgano está conformado por un conjunto de legisladores o parlamentarios, los cuales son elegidos en votación popular, con la intención de que representen y defiendan los intereses de quienes les confirieron tal investidura.
Para ello, su trabajo consiste en la elaboración, discusión y aprobación de normativas de carácter jurídico y de alcance general, que influyen en la integración y funcionamiento de otras instituciones que también forman parte de la estructura estatal de una nación.
La función del Parlamento es la misma del Congreso, la diferencia que existe con el último es que éste contempla una mayor separación de la competencia que poseen los poderes legislativo y ejecutivo.
Es de hacer notar que la palabra Parlamento proviene del francés Parlement, término que representa la acción de parler, es decir, hablar, por lo que Parlement se refiere a una conversación o discurso y, en consecuencia, es viable utilizarlo para denotar la congregación de los representantes electos por la ciudadanía para que disciernan y solucionen los problemas que afectan a la comunidad.
Las raíces de este organismo público se encuentran en los encuentros de los delegados de la nobleza, del clero y de las localidades que los reyes de Europa citaban, con la intención de que acordaran la imposición de impuestos y derechos.
En todos los estados democráticos que existen en el mundo los parlamentos poseen características comunes, entre las que vale mencionar: la elección de sus integrantes por medio del voto universal, directo y secreto; la autonomía absoluta en lo referente a su presupuesto, autorregulación y funciones de sus miembros; y la misión de elaborar, discutir y aprobar instrumentos legales.