Partícula

En general, la palabra partícula es utilizada para nombrar o hacer referencia de una porción de dimensiones muy pequeñas de la materia. Sin embargo, para la química, una partícula es el fragmento más pequeño de materia que mantiene las propiedades químicas de un cuerpo. En este sentido, los átomos y las moléculas son partículas.

Entre los ejemplos de partículas que podemos dar están los granos minerales y las partículas subatómicas.
Su estructura se encuentra formada por elementos muy pequeños que en el caso de un grano, son casi imperceptibles para el ojo humano (Un grano puede variar en tamaño desde el más pequeño, como unos pocos nanómetros, hasta varios milímetros, pero nunca excede este promedio). Las playas dan un buen ejemplo de esto, porque están compuestas por miles y miles de partículas sueltas (granos), aunque a distancia y en una vision global dan esa sensación o visualización compacta. Cuando nos acercamos, fijamos la mirada y tocamos podemos notar la división entre ellas.
Además, el término partícula tiene una aplicación bastante diferente a la mencionada anteriormente, ya que en el campo de la gramática es común usar esta palabra para designar aquellas partes invariables de una oración o aquellas que sirven para explicar las relaciones que ocurren entre diferentes oraciones o el elemento que se utiliza para la formación de ciertas palabras, ya que el término subdivisión, en este caso, sub será una partícula.
En lenguaje coloquial para finalizar, la noción de partícula se asocia con sedimentos o desechos que se notan en algo. Si una persona le dice a alguien que no beba el vaso de agua que tienen delante porque tiene «partículas», le informarán que el líquido muestra extrañas formaciones que no deberían estar en él.