Es conocido como pedante que hace una exhibición inapropiada de su erudición. Cabe destacar que a veces el pedante no tiene el conocimiento que él dice, solo que su actitud y su forma de hablar hacen que otros crean que es una persona sabia en el campo. Sin lugar a dudas, el término pedante tiene una connotación negativa porque designa a las personas como presuntuosas y presumidas, cuya actitud a ser detectada por su entorno social rápidamente recibe rechazo, o falta de atención e importancia antes de su participación en el tema.
La pedantería suele aparecer en el empate a la erudición. Al pedante le gusta hacer citas literarias o proponer grandes teorías cuando está en grupos, para demostrar su gran cultura general y su conocimiento fuera de lo común. Típicamente, estos individuos tienen menos sabiduría de la que parecen o afirman tener; Sin embargo, su actitud y su forma de ser lo hacen parecer un verdadero sabio, un hombre iluminado que ha venido a rescatar su entorno de la ignorancia.
Las personas a menudo creen que los verdaderos sabios no tienen necesidad de mostrar su sabiduría en cada conversación o acción, sino que lo demuestran a diario, de manera espontánea e incluso inconscientemente. Las personas cuya inseguridad los lleva a comportarse de esta manera, tan arrogantes y hostiles, deben tener ciertos recursos para mantener un grupo estable de supuestos admiradores, de personas que están dispuestas a escuchar sus sillas impuestas una y otra vez, sin dejar aterrorizado. Busca compañía agradable.
En relación con su etimología, no hay una idea clara al respecto. En principio, la palabra es de origen italiano «pedante» y anteriormente se aludía a los maestros que enseñaban en casa. Debido al escaso trabajo en relación con el número de profesores, exigió una mayor erudición para ser seleccionados por los señores que los contrataron. Por lo tanto, deriva su connotación negativa ya que los maestros o pedantes se convirtieron en personas que sostuvieron su conocimiento para sobresalir con respecto a los demás. Por otro lado, se indica que el término pedante es la deformación del latín «paedagogus», y este del griego «paidagogos».