Persuadir es inducir o convencer a una persona para que crea o haga algo, por ejemplo, mis amigos me persuadieron a crear la empresa. La palabra persuade es de origen latino «persuasio».
La misión u objetivo será que el interlocutor modifique su forma de pensar o sus comportamientos, mientras que, para lograr esto, es esencial ejercer una influencia sobre él a través de sus emociones y sentimientos, es decir, los atraerá y también lo hará. se le dará cierta información sensible que se desconocía, a fin de obtener el cambio deseado a favor.
Este término tiene una variedad de sinónimos, aunque, sin duda, el más convincente es el que más usamos, mientras que el concepto que se opone directamente es disuadir que solo se refiere al movimiento, insiste en que alguien desista de realizar una acción o actividad o olvidar algún propósito o idea.
La persuasión es una capacidad, una facultad, que alguien tiene y que le permite convencer a otro de algo.
Para esta cuestión de lograr la convicción y aprobación del otro es que la persuasión es una de las herramientas más importantes a pedido de la venta de productos y servicios y también en el campo de la política, ambos contextos en los que sin dudas se da el consentimiento público. difícil de triunfar y prevalecer.
Con la persuasión, lo que se busca es influir directamente en las creencias, comportamientos, acciones y motivaciones que las personas presentan para que acaben aceptando una situación que propongamos o cambiemos de posición y recurran a nuestra propuesta.
Este proceso de persuasión se basa en el uso de diversos recursos, aunque la palabra es una de las herramientas por excelencia para convencer al otro.
La persuasión tiene una relación muy estrecha con la retórica y con la forma en que a veces se usa de manera negativa, aludiendo a un arte innoble o al uso de juegos de palabras o recursos moralmente inaceptables con el objetivo de convencer. Esta carga negativa de persuasión tiene una larga historia que se remonta al filósofo Platón, quien libró una dura lucha contra los sofistas en el siglo IV a. Los griegos también se relacionaron con la persuasión con la seducción y las diosas femeninas Peitho y Afrodita.
Del mismo modo, persuadirse es una persona que cree en algo por las razones de otra o el aprendizaje o razonamiento en sí mismo.