Pesetas

Se llama “peseta” a la moneda oficial de España hasta el año 1999, cuando finalmente se introdujo el euro. Esta también era utilizada en las colonias del país europeo, como Cuba, Filipinas, Puerto Rico, Sahara, Guinea, Andorra y África occidental española. Anteriormente, solía definirse como “la pieza que vale dos reales de plata”, la base del sistema monetario, en el siglo XIV, en Castilla. El término proviene del catalán “peceta”, diminutivo de “peça” o “pieza”, por lo que podría traducirse como “piececita”. Esta estuvo en circulación en la nación hasta febrero de 2002, tiempo en el que fungió como moneda paralela al euro.

En el año 1808 se fabricó la primera peseta, que tuvo la denominación de “2½ pesetas”. Posteriormente, se crearían otras con la denominación de “5 pesetas”, siendo distribuidas mientras se desarrollaba la Guerra de Independencia Española; sin embargo, serían nuevamente introducidas en las Islas Baleares, durante un corto período de tiempo, en el año 1823. Finalmente, durante el reinado de Isabel II, la producción de estas moneadas se reanudó y, con ellas, la reina decidió pagar a los soldados en la primera guerra Carlista a su favor; en el año 1863, el ministro de Hacienda declararía a las pesetas como la moneda oficial del país.
Los billetes de peseta, por su parte, en una primera instancia, fueron expedidos sólo 2 millones y éstos, por su alta denominación, sólo podían ser manejados por entidades financieras. Fueron impresos por vez primera en el año 1874, y tenían los valores de 20, 50, 100, 500 y 1000 pesetas. Cuando la economía se hallaba en crisis, e imprimían billetes de céntimos y menor valor; hacia el año 1974, cuando ya la economía se encontraba estable, había alrededor de 700 millones de billetes en circulación. Para el año 1999, el euro fue adoptado como moneda oficial; de a poco, las pesetas fueron sacadas de circulación.