Peyorativo es el uso del lenguaje con un propósito negativo para lo que se designa. Es un recurso ampliamente utilizado para etiquetar negativamente al oponente o al enemigo con un término despectivo, como la primera forma de lucha contra él. Por lo tanto, durante la Revolución Francesa, se aplicó el término Antiguo Régimen.
Es importante establecer también cuál es el origen etimológico de la palabra que nos concierne. En concreto, el mismo proviene de la palabra latina peiorare, que puede traducirse como «empeorar» y que, a su vez, emana del adjetivo peior, que es sinónimo de «peor».
Cuando nos comunicamos, es bastante habitual que expresemos nuestras preferencias, afiliaciones y fobias. Lo que encontramos desagradable lo expresamos con un término despectivo, es decir, peyorativamente. Una palabra o expresión adquiere un significado peyorativo cuando se usa de manera insultante. Por lo tanto, la palabra judía indica en principio que alguien profesa una religión, pero el término judío se ha usado históricamente como un insulto.
Muchos son los términos y expresiones que a lo largo de la historia han sido utilizados con un marcado sentido peyorativo y aún continúan siendo los mismos en muchos casos. Este sería el caso, por ejemplo, de la palabra «rojo» que durante la Guerra Civil española el lado nacional solía referirse a su opuesto. En la actualidad, muchos son los activistas y líderes políticos de la derecha que continúan usando esto para referirse de manera peyorativa a aquellos que, ideológicamente hablando, están en el extremo opuesto a ellos.
La connotación peyorativa de una palabra puede evolucionar y en este sentido debemos recordar que la palabra «fascista» o «español» tuvo una connotación complementaria durante décadas y hoy en día puede usarse como un insulto.