Pie Equino

El pie equino es una deformidad en el pie que se mantiene de manera constante con una flexión plantar, es decir como si estuviera permanentemente de puntillas. El paciente solo debe apoyar el antepié, los dedos y la cabeza de los metatarsianos, mantener el talón y el resto del retropié elevados.

Los factores de riesgo son:
Antecedentes familiares. Si alguno de los padres o sus hijos también han tenido un equino varo, es más probable que el bebé también lo tenga.
Enfermedades congénitas. En algunos casos, el pie equino varo puede estar asociado a otras anomalías del esqueleto que se manifiestan desde el nacimiento (congénitas), como la espina bífida, un defecto de nacimiento grave que se presenta cuando el tejido que rodea la médula espinal del feto no se cierra de manera adecuada.
El entorno Una mujer con antecedentes familiares de pie equino varo fumando durante el embarazo, el riesgo de que su bebé presente esta enfermedad puede ser el doble que en los casos de las no fumadoras. Además, contraer una infección o consumo de drogas recreativas durante el embarazo puede aumentar el riesgo de pie equino varo.
Líquido amniótico insuficiente durante el embarazo. Si el líquido que rodea al bebé en el útero es demasiado pequeño, el riesgo de la torta equino varo puede ser
Para su corrección esta depende de la causa que produce el pie equino y de la edad del paciente. En los pies equinovaro o zambos el tratamiento debe comenzar antes posible e incluye la aplicación de vendajes, yesos y en muchas ocasiones la cirugía encargada de alargar el tendón de Aquiles. Cuando se debe a una lesión del nervio ciático poplíteo externo se colocara una ortesis llamada rancho de los amigos.
Cuando el responsable del pie equino es un exceso de tracción del tendón de Aquiles, se procederá a su alargamiento por la cirugía.
Cuando se presenta como una deformidad, hay un problema con los correctores desde su nacimiento hasta las tres semanas de edad, estos consisten en fijar con una mano el calcáneo y tobillo, y con la otra mano, en forma suave y sin fuerza, tratar de llevar el antepié a la posición de corrección. O mar a la posición contraria a la que tiene; se realiza diez veces cada vez que se da lactar al niño, en el horario diurno, se orienta el paciente hacia una consulta de ortopedia.